¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento oncológico?
Los efectos secundarios en el tratamiento oncológico son producto de la enfermedad y de los tratamientos utilizados en la persona para su recuperación. Cuando aparecen debido al tratamiento significa que los tejidos y órganos sanos se han visto afectados por la medicación o radiación utilizada para matar las células cancerosas del cuerpo. Existen medidas que se pueden adoptar para prevenir y controlar los efectos secundarios ocasionados por los efectos secundarios ocasionados por los tratamientos oncológicos. En SuportaMed brindamos un manejo integral y multidisciplinario, entre los efectos más comunes.
Dolor
El dolor es un efecto secundario del tratamiento oncológico un síntoma molesto del que no tiene que ser “soportado”. Como parte del plan de tratamiento que se implementa con cada paciente, el control del dolor es importante ya que este puede reprimir el sistema inmunitario, aumentar el tiempo de recuperación del cuerpo e interferir en el estado de ánimo y el sueño de la persona.
El médico junto con el paciente, definirá un plan de control del dolor en función de la descripción del síntoma. Se considera la administración de medicinas para tratarlo.
- Tome la medicina recetada por su médico para el dolor, en la cantidad correcta y en las horas indicadas.
- Mantenga un diario con la descripción del grado y el lugar del dolor, puede determinarlo en una escala del 1 al 10.
- Contacte a su médico y demás especialistas que intervienen en su plan de tratamiento, para acceder a los servicios de fisiatría, cirugía, cuidados paliativos, psicología, etc.
Coordine con su médico la realización de terapias integrales, como la acupuntura, fisioterapia, hipnosis, y otras, que han demostrado ser útiles para paliar el dolor en pacientes oncológicos.
Náuseas y vómitos
Hay tratamiento como la quimioterapia y radioterapia que pueden irritar las células estomacales, los efectos secun ocasionando náuseas y vómitos en el paciente. El control de estos síntomas es importante tanto para que la persona se sienta mejor, así como para prevenir problemas más graves como la desnutrición y deshidratación.
- El médico puede recetar medicinas (antieméticas) que ayuden al control de las náuseas, las cuales deben ser tomadas en la cantidad y horario adecuado.
- Es importante mantenerse hidratado, por lo que se recomienda tomar mucha agua y líquidos claros.
- Preste atención a los alimentos y evite los que le provoquen náuseas y vómito; por lo general, las comidas con mucha grasa, fritos, dulces y ciertos condimentos pueden generar malestar, así como ciertos olores (fuertes) en los alimentos.
- Antes del tratamiento a veces resulta mejor comer una cena o merienda pequeña, evitar beber o ingerir alimentos amtes del tratamiento. Después del tratamiento, se recomienda esperar al menos una hora para comer o beber algo.
- Coordine con su médico la realización de terapias integrales, como la acupuntura, respiración profunda, hipnosis, técnicas de relajación y otras, que ayudan a disminuir este síntoma en pacientes oncológicos.
Anemia
El cáncer y sus tratamientos (quimioterapia, radioterapia) afectan la médula ósea, y pueden causar anemia, que se manifiesta con mucho cansancio, mareo, dificultad para respirar, confusión, desmayos, dolores de cabeza, piel muy pálida y latidos muy rápidos del corazón. Se presenta cuanto el cuerpo disminuye su cantidad de glóbulos rojos que son los encargados de transportar el oxígeno en el cuerpo y ayudan en el funcionamiento adecuado del cuerpo.
- Aliméntese bien y beba suficientes líquidos, de acuerdo a la dieta recomendada por el médico y el nutricionista que, por lo general incluirá proteínas y alimentos con alto aporte de hierro.
- Ahorre energía y permita que le ayuden, tanto para realizar actividades en casa, como cocinar, y para su aseo personal, si fuera el caso.
- Procure descansar y dormir siestas cortas durante el día, evitando que estas le hagan sentir debilitado; arme con su médico un plan de caminata diaria y ejercicio guiado.
Fatiga
La quimioterapia, radioterapia, terapia biológica, cirugía y trasplante de médula ósea son tratamientos del cáncer que por lo general ocasionan cansancio o fatiga, así como ciertos efectos secundarios a estos tratamientos, como el dolor, algunos medicamentos y la tensión emocional.
La fatiga es un efecto que se presenta como un cansancio extremo, con debilidad, pesadez y falta de energía, que no desaparece cuando se descansa o duerme. Es importante tener en cuenta cada día cuál es el grado de fatiga o energía que se tiene para que sea informado al médico y este pueda ayudar a manejarlo.
- Mantenga actividades variadas durante el día, con un plan equilibrado con ejercicios de relajación, de visualización guiada y otras como leer, escuchar música, tocar un instrumento, etc.
- Tome siestas cortas, de menos de una hora durante el día evitando que estas no quiten el sueño de noche.
- Aliméntese adecuadamente y beba mucho líquido, según la dieta definida con su médico y el nutricionista. Existen alimentos y bebidas que ayudan a aumentar el nivel de energía, como las proteínas y calorías.
- Converse con su médico y con un especialista, para que lo ayuden a hacer frente a sentimientos y pensamientos difíciles que pueden incrementar la fatiga.
Problemas digestivos
Falta de apetito:
Está relacionada con el cambio de sabor y olor de los alimentos o con otros efectos secundarios como problemas en la boca, en la garganta, náuseas o vómitos y la fatiga. Es importante que este síntoma sea informado con el médico quien sabrá manejarlo a tiempo antes de que se presente la deshidratación o anemia. Es recomendable:
- Mantener una buena alimentación, con muchos nutrientes.
- Beber mucho líquido.
- Mantener actividad física guiada con su médico.
Diarrea:
Está relacionada con la irritación de las células digestivas a causa de los tratamientos, infecciones, tensión y algunas medicinas. Es importante que se evite la deshidratación o desnutrición cuando este síntoma es frecuente y dura por un tiempo. Sin el debido control, la diarrea puede ocasionar también anemia y debilidad, lo que dificulta la recuperación del paciente. Se recomienda:
- Beber mucho líquido durante el día.
- Comer alimentos ligeros para el estómago y en porciones más pequeñas.
- Mantener la zona del ano limpia y seca para evitar infecciones.
- Consultar con el médico antes de tomar una medicina.
Estreñimiento.
Es un síntoma también relacionado con calambres estomacales, embotamiento y náuseas. Al igual que la diarrea, puede ser causada por la quimioterapia y ciertas medicinas para calmar el dolor. Es importante prevenir que la constipación aparezca ya que su tratamiento suele ser más complicado. Se sugiere:
- Comer alimentos con mucha fibra, como el salvado de trigo, precautelando con el médico que las porciones no sobrepasen las recomendadas al día. Si se ha tenido una obstrucción o cirugía intestinal no se debe consumir mucha fibra.
- Beber mucho líquido, especialmente si se ha incluido más fibra en su dieta; puede ayudar beber bebidas tibias o calientes.
- Mantenga actividad física todos los días, ya que ayuda a mantener el movimiento adecuado del intestino; es importante consultar con el médico y los especialistas de apoyo sobre los ejercicios más adecuados en cada caso.
- Conozca sobre las medicinas que puede usar para aliviar el síntoma y utilice únicamente las que el médico haya recetado para el manejo del estreñimiento, ya que hay medicamentos que pueden causar hemorragia, infecciones u otros efectos secundarios que empeoren el estado de salud.
Mantenga un registro de sus deposiciones para comunicarlos al médico.
Problemas urinarios y de vejiga
Los distintos tratamientos del cáncer pueden generar irritación en los tejidos de la vejiga y vías urinarias y pueden generar alteraciones en su funcionalidad. Algunos de los síntomas que deben tenerse en cuenta para ser informados al médico, son los siguientes:
- Dolor o sensación de ardor, antes o después de orinar.
- Presencia de sangre en la orina.
- Orina turbia o roja.
- Dificultad para empezar a orinar.
- Dificultad para vaciar completamente la vejiga.
- Dolor en la espalda o en el abdomen.
- Sensación de que necesita orinar urgentemente o con frecuencia.
- Fuga de orina (incontinencia), que puede suceder también al estornudar o toser.
- Espasmos en la vejiga, calambres o malestar en la zona de la pelvis.
- Fiebre mayor a 38°C, escalofríos y fatiga.
Hay tipos de cáncer como de vejiga, colon, recto y de órganos reproductores, en las cuales debido a la propia enfermedad y al tratamiento, generan problemas urinarios y de vejiga, en las cuales se incluye la cirugía como procedimiento de extirpación de los órganos y tejidos relacionados. Las terapias que pueden afectar o dañar las células de estos órganos son la radioterapia, quimioterapia y terapia biológica.
Se recomienda:
- Beber mucho líquido, para procurar que su orina sea clara o tenga un color amarillo pálido. Evite la cafeína, alimentos muy condimentados, el alcohol y el tabaco.
Cuidar su aseo personal para evitar infecciones de las vías urinarias, así como el utilizar ropa interior de algodón y pantalones sueltos. Es importante consultar con el médico y personal de enfermería qué productos de aseo se pueden utilizar.
Problemas de memoria y concentración
Estos problemas dependerán del tipo de tratamiento que se recibe, así como de la edad y otros factores de salud. La quimioterapia, así como la radioterapia y algunas terapias biológicas administradas para el cerebro, pueden ocasionar dificultad para concentrarse y para recordar cosas, los cuales pueden presentarse al inicio, durante y después del tratamiento.
A partir de la evaluación del médico y su equipo de apoyo se define la mejor forma de manejar y tratar el problema, el cual puede mejorar con el tratamiento que se da a otros efectos adversos como la fatiga, la desnutrición, el insomnio, la ansiedad o depresión.
Ejercite el cuerpo y la mente, con actividades guiadas y planificadas con su médico, que reduzcan la tensión y ayuden a sentirse más alerta y con mejor humor.
Planifique su día, donde se equilibre las actividades que requieren más concentración con las horas de descanso y sueño.
Cambios en la piel y uñas
Cuando se identifiquen cambios en la piel y en uñas es importante que se lo comunique al médico a la brevedad. Hay terapias que causan problemas leves, como la radioterapia y quimioterapia, pero hay otras que pueden ser más graves, como la terapia dirigida, inmunoterapia o el trasplante de células madre.
Los problemas más comunes en la piel son:
- Sequedad
- Descamación, grietas o costras
- Picazón (prurito)
- Enrojecimiento u oscurecimientos
- Llagas dolorosas, húmedas e infecciosas
- Fotosensibilidad
- Cambios de pigmentación (hiper o hipopigmentación)
- Ampollas dolorosas o que se pelan
- Erupciones leves o graves
- Ronchas (urticaria)
- Ardor
- Irritación
- Hinchazón de la piel
- Acné
- Queratoacantoma (crecimiento de la piel con forma de cúpula)
- Enfermedad de injerto contra huésped (en casos de trasplantes de células madre)
Los problemas más comunes en las uñas son:
- Uñas quebradizas
- Hinchazón o dolor en las cutículas
- Infecciones en las uñas (paroniquia aguda)
- Uñas amarillas
Se puede prevenir y controlar los cambios leves de la piel y uñas mientras dura el tratamiento con las siguientes recomendaciones:
- Prevenir infecciones, al mantener la piel limpia y seca.
- Humectar la piel, con productos no irritantes y con agentes humectantes.
- Protegerse del sol, utilizando protector solar en el cuerpo y labios.
- Utilizar productos recomendados para la piel, con jabones suaves y evitando usar talcos o antitranspirantes antes de la terapia.
- Evitar usar productos con alcohol o fragancias, que puedan secar e irritar la piel.
- Mantener las uñas limpias y cortas, para evitar quiebres accidentales.
- Utilizar guantes cuando se lava vajilla o se limpia la casa.
- Evitar realizarse manicura y pedicura durante el tratamiento.
- Utilizar zapatos sueltos no apretados.
- Utilizar cremas y medicamentos recetadas únicamente por el médico para tratar la erupción cutánea.
Caída del cabello (alopecia)
La quimioterapia y radioterapia pueden causar la caída del cabello y pelo corporal. El médico puede compartir las estrategias para controlar y manejar este efecto secundario, según lo que ha funcionado para otros pacientes y según el caso particular. Algunas de las recomendaciones son:
- Cuidar el cabello: usando un cepillo de cerdas suaves o peine con dientes anchos, evite usar secador de cabello, planchas o productos como gel o pinzas (lastiman el cuero cabelludo), lávelo con champú suave, con menor frecuencia y con movimientos suave.
- Utilice una red para el cabello y una funda suave de almohada.
- Se puede elegir entre el cortarse el cabello bien corto para manejarlo mejor. También, se puede rasurar completamente la cabeza con rasuradora eléctrica (no cortarse o afeitarse).
- Si la peluca le produce comezón o le dan calor, puede utilizar un pañuelo o un turbante.
- Cuide y proteja su cabeza y cuero cabelludo, al usar protector solar y sombrero cuando esté al aire libre; utilice también pañuelos o sombreros para mantener su cabeza abrigada. Si los sombreros y pañuelos le producen comezón, puede utilizar cremas y acondicionadores.
- Hable sobre sus sentimientos que le cause la caída del cabello con su médico, profesional o persona de confianza, evite que el enojo, depresión o vergüenza le generen malestar durante su tratamiento. Converse con su familia y de forma sincera con sus hijos sobre lo que le está pasando y porqué.
Cuando el cabello vuelve a crecer, se recomienda:
- Evitar cepillarlo, rizarlo o secarlo con frecuencia.
- No lavarlo con mucha frecuencia.
- Trátelo con delicadeza. Luego de finalizar el tratamiento de quimioterapia el cabello crece nuevamente hasta 3 meses después y será muy fino.
Si el cabello crece muy lacio, rizado o con diferente color, no es motivo de preocupación, es posible que en los siguientes meses vuelva recuperar la textura, forma y color que tenía antes.
Infección y neutropenia
Si durante el tratamiento presenta síntomas de infección se debe contactar al médico de forma inmediata, ya que se debe evitar que esta se propague a otras partes del cuerpo. Las infecciones durante su tratamiento pueden poner en riesgo su vida.
Se debe estar atento si presenta:
- Fiebre de 38°C o mayor.
- Escalofríos.
- Tos o dolor de garganta.
- Diarrea.
- Erupción o sarpullido en la piel.
- Dolor de oídos, cabeza, cuello o senos paranasales (sinusitis).
- Llagas o capa blanca en la boca o lengua.
- Hinchazón o enrojecimiento en el lugar del catéter.
- Orina con sangre o turbia.
- Dolor al orinar.
No se debe automedicar para paliar alguno de los síntomas antes descritos, se debe tomar únicamente la receta dada por el médico en la cantidad y frecuencia recomendada.
Las infecciones se pueden presentar cuando a consecuencia de los efectos secundarios del tratamiento oncológico como la quimioterapia, disminuye el número de glóbulos blancos en el cuerpo, lo que se agudiza con la tensión, el mal dormir y la mala alimentación. Se realizan exámenes de sangre para verificar una posible neutropenia (afección por disminución de glóbulos blancos o neutrófilos), ante lo cual se podrá recetar medicamentos para prevenir la infección y aumentar los glóbulos blancos en el cuerpo.
En general, para evitar infecciones es recomendable:
- Un buen aseo de manos, con el lavado y desinfección frecuente, en especial antes de comer, lo cual también debe ser realizado por las personas que preparan la comida del paciente.
- Aseo del cuerpo, donde la piel esté limpia y seca, en especial en la zona alrededor del catéter.
- Mantener una buena higiene bucal, con el cepillado diario y correcto para evitar inflamaciones. Es importante revisar a diario si presenta llagas y otro signo de infección.
- Evite cortaduras y rasguños, pero si se presentan, se deben mantener limpios hasta su cicatrización.
- Esté atento al dolor o sangrado en el ano, ya que puede aumentar el riesgo de infección. Se debe informar al médico o personal de enfermería de forma inmediata.
- Evite a personas enfermas o con resfríos. No acuda a lugares con grupos numerosos de personas ni esté cerca de aquellas que han sido vacunadas con vacuna elaborada con microbios vivos (varicela, polio, sarampión)
- Mantenga la seguridad alimentaria, al consumir carne, pescado y huevos bien cocidos, alimentos calientes cuando deban estarlo y fríos cuando deban ser fríos. Lave muy bien los alimentos, verduras y frutas antes de consumirlos.
Problemas en los nervios
Hay efectos secundarios del tratamiento oncológico que pueden causar neuropatía periférica como consecuencia de los daños colaterales a los nervios periféricos que llevan la información hacia el cerebro. Las complicaciones pueden ser:
- Sensoriales: hormigueo, entumecimiento o sensación de agujas en pies, manos, piernas y brazos; incapacidad de sentir calor o frío; no sentir dolor (como una herida o corte).
- Motores: músculos débiles o adoloridos, tirones o calambres musculares, problemas para ingerir alimentos o respirar.
- Autónomos: cambios en la digestión (estreñimiento o diarrea), mareos, sensación de desvanecimiento por baja de presión arterial, latidos del corazón más acelerados o más lentos, problemas sexuales en hombres (sin poder tener erección) y mujeres (no lograr un orgasmo), transpiración o sudoración excesiva o poca, fugas de orina o dificultad de vaciar la vejiga.
Las recomendaciones para evitar este tipo de problemas son:
- Evite las caídas, al tener siempre alguien que le ayude y al retirar obstáculos en su hogar como tapetes o muebles, use barras de apoyo para bañarse y usar el baño, ponga antideslizantes en la ducha, use zapatos resistentes con suelas blandas, levántese lentamente de la cama y silla.
- Tenga cuidado al cocinar y en la ducha, utilice siempre apoyos y tenga cuidado al manipular cuchillos y objetos filosos. Controle la temperatura del agua para evitar quemaduras.
- Proteja sus manos y pies, al utilizar zapatos adecuados dentro y fuera de casa. Es importante revisar a diario la piel y estado de sus pies, manos y piernas para identificar a tiempo llagas, moretones, cortes o rasguños.
- Haga las cosas de forma pausada, evitando tareas difíciles si ayuda de alguien.
- Practique medicina integral, con terapias que ayuden a mitigar el dolor, como la acupuntura, masajes, fisioterapia, yoga, y otras.
Aprenda sobre la medicina para el dolor que le recete el médico, evite la automedicación y siga las instrucciones dadas para su toma.
Linfedema
Este efecto secundario del tratamiento oncológico se genera cuando el líquido linfático no drena adecuadamente y se acumula los tejidos, causando hinchazón. Normalmente ocurre por cánceres que bloquean el sistema linfático, luego de una cirugía donde se ha extirpado ganglios linfáticos o por la radioterapia.
El linfedema afecta a los brazos o piernas, pero puede también afectar a otras partes como la cabeza y el cuello. La hinchazón se presenta lentamente y con el tiempo ya sea durante el tratamiento o muchos años después de haberlo finalizado.
Los síntomas de un linfedema son la hinchazón del brazo o pierna, sensación de pesadez y dolor que se extiende a los dedos de manos y pies, abolladuras cuando se presiona la zona hinchada y, la hinchazón suave al tacto que al inicio, generalmente, no duele
Cuando no se controla este efecto secundario del tratamiento oncológico puede generar más hinchazón, debilidad y dificultad de movilizar el brazo o pierna, comezón, enrojecimiento y calor o salpullido en la piel, engrosamiento o endurecimiento de la piel, sensación de estiramiento de la piel en la zona hinchada, caída del pelo.
Se recomiendan las siguientes medidas preventivas:
- Proteja la piel, con cremas para evitar la resequedad, con protector solar, usar guantes cuando lava vajilla o trabaja, mantener limpios y secos los pies, mantener limpias y cortas las uñas, utilizar zapatos y medias sueltas.
- Haga ejercicio guiado con el médico, para mantener el nivel de líquido adecuado, especialmente en los lugares donde se ha presentado el linfedema.
Realice un drenaje linfático manual, el cual es con procedimiento que lo realiza un especialista, por lo que debe ser programado con el médico.
Problemas para dormir
El dormir bien es importante para el bienestar físico y mental de la persona con cáncer, ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, a mantener la presión arterial adecuada, al apetito y a pensar claramente. Los problemas para conciliar el sueño o el insomnio son efectos muy comunes durante el tratamiento del cáncer causados por el mismo tratamiento, por las medicinas que toma o por la tensión que produce la propia enfermedad.
Para controlar este efecto secundario del tratamiento oncológico, es el médico quien realizará una evaluación minuciosa para determinar las causas y poder manejarlas. En general, se recomiendan las siguientes medidas para su control:
- Mantenga buenos hábitos para dormir, con horarios regulares para dormir en la noche, regulando el tiempo de siestas durante el día, evitando consumir cafeína y otros alimentos que afecten la conciliación del sueño.
- Evite ver televisión y usar otros aparatos electrónicos dos horas antes de acostarse.
- Realice ejercicio durante el día para que su cuerpo pueda descansar mejor.
- Revise su cama y realice las mejoras tanto del cochón como del ambiente para dormir.
- Practique terapias de relajación antes de dormir y procure mantener pensamientos positivos. Existen estrategias como la relajación muscular, imágenes guiadas y la autohipnosis para conciliar el sueño.
- Tome de forma adecuada las medicinas para el sueño si su médico se las ha recetado. No se automedique.
- Comunique al médico los problemas o síntomas que interfieran en su buen dormir.
Trombocitopenia (sangrados y moretones)
Hay tratamientos del cáncer como la quimioterapia y la terapia dirigida que reducen el número de plaquetas en la sangre –que tienen la función de coagulación-, efecto que aumenta el riesgo de hemorragias y moretones en el cuerpo que se denomina trombocitopenia.
Es importante prestar atención a síntomas como los siguientes y que sean comunicados al médico:
- Hemorragia que no se detiene después de unos minutos.
- Sangrado en la boca, en la nariz o en el vómito.
- Sangrado de la vagina (sin menstruación).
- Orina roja o rosada.
- Materia fecal negra o con sangre.
- Sangrado más abundante durante la menstruación.
- Cambios en la cabeza o en la vista, como dolores fuertes o dificultad de ver bien.
- Sentir confusión y mucho sueño.
Para prevenir sangrados y moretones, se recomienda:
- Evitar algunas medicinas y, sobre todo, no automedicarse, hay medicamentos de venta libre que contienen aspirina o ibuprofeno que aumento el riesgo de hemorragia. Consulte al médico la lista de medicamentos que puede utilizar y, de preferencia, no las tome antes de la evaluación del doctor.
- Tenga cuidado en su aseo personal para evitar hemorragias, use cepillo de dientes muy suave, use zapatos dentro de casa, tenga cuidado de cortarse con objetos o cuchillos, use afeitadora eléctrica no rasuradora, utilice humectante para labios para evitar resequedad.
- Comunique al médico si tienen estreñimiento o nota sangrado en el ano.
- Si sangra, presione firmemente en el área con un paño limpio hasta que se detenga el sangrado.
Si presenta un moretón, se puede poner hielo en el área.
Otros efectos secundarios
Como consecuencia del cáncer y los efectos secundarios del tratamiento oncológico también se pueden considerar otros efectos secundarios ante los cuales, si se identifican sus síntomas, es importante que sean informados al médico y el equipo de trabajo y soporte.
- Angustia
- Ansiedad
- Cambios emocionales, de salud mental y de estado de ánimo
- Delirio
- Convulsiones
- Depresión
- Dificultad para respirar
- Efectos sobre la fertilidad y sexualidad
- Estomas (ostomías)
- Hipo y acidez gástrica
- Hinchazón, edema y ascitis
- Reacciones infusionales o inmunitarias
- Recuentos sanguíneos bajos
Sofocos y sudoración
Fuente de consulta
https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/efectos-secundarios
https://www.cdc.gov/spanish/cancer/survivors/patients/side-effects-of-treatment.htm