El manejo del dolor en pacientes con cáncer es una experiencia sensorial, emocional compleja, aversiva y desagradable que es causada o similar a la causada por una lesión real o potencial de un tejido; es subjetiva e influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales.
Experimentar el dolor es uno de los síntomas más comunes en las personas con cáncer, esto debido a la enfermedad como tal, al tratamiento, ciertos procedimientos diagnósticos o una combinación de factores.
Se conoce que los jóvenes con cáncer tienen mayor probabilidad de sufrir dolor que los pacientes de más edad. Cuando el cáncer se encuentra en un estado más avanzado el dolor suele ser más intenso y a veces este continua luego de que se termina el tratamiento.
El dolor en pacientes con cáncer, en etapas tempranas, puede aparecer en un 30 a 50% de los casos, en etapas avanzadas puede estar presente hasta en un 90% de los casos y de este porcentaje la mayoría se debe por el avance de la enfermedad y un 30% se relaciona al tratamiento y a las pruebas diagnósticas.
EL control del dolor en una persona afectada con cáncer es prioritario, se considera un derecho.
El dolor en pacientes con cáncer puede causar insomnio, falta de apetito, disminución de la actividad física, fatiga, depresión, ira, preocupación, estrés e incluso puede afectar el disfrute de sus actividades diarias y del tiempo con su familia o amigos. Controlar el dolor genera una cadena de beneficios y bienestar en la persona afectada.
El dolor en pacientes con cáncer se puede controlar. Se suele iniciar el control del dolor antes de iniciar los procedimientos y tratamientos. Esto se logra con:
El manejo oportuno y adecuado del dolor oncológico mejora la calidad de vida de los pacientes. Está demostrado que más del 95% de las veces, se puede controlar el dolor con las medidas adecuadas.
Al ser cada persona con cáncer única y diferente en cuanto a su vivencia con la enfermedad, requiere de un plan personalizado para controlar el dolor. Se deben tomar en cuenta aspectos como el diagnóstico, el estadio de la enfermedad, la respuesta al dolor, entre otros factores que definen la comodidad o no ante un procedimiento y tratamiento.
Es el médico de cabecera y el equipo sanitario que brinda la atención al paciente oncológico, quienes definirán y comunicarán los planes a ser implementados con el paciente oncológico tanto en la clínica como en el domicilio.
Es importante que, dentro del manejo oncológico, se arme un equipo de profesionales que incluya al soporte de síntomas, ya que serán los encargados de diagnosticar y paliar todos los síntomas que afecten la calidad de vida de la persona y su familia, no solo el dolor está presente en pacientes con cáncer, es por esto por lo que el manejo multidisciplinario es necesario.
Hay que considerar que, cuando se inicia el control del dolor y a lo largo del tratamiento, se realizarán las preguntas de manera permanente sobre el síntoma, para que se pueda tomar decisiones oportunas con respecto al tratamiento y procedimientos que se hayan programado y realizar los cambios necesarios. La realización de exámenes físicos y neurológicos. Se revisa el estado general de salud del paciente con cáncer con el objetivo de identificar signos de la enfermedad como masas y otra anormalidad. También, se hacen pruebas del encéfalo, la médula espinal y los nervios para monitorear el estado mental de la persona, su coordinación y capacidad de caminar, el funcionamiento de los músculos, los sentidos y reflejos. Como parte de la evaluación que se realiza al paciente, se incluyen las psicológicas, sociales y espirituales para brindar el apoyo necesario y oportuno.
Es el médico quien define el tratamiento farmacéutico que recibe el paciente oncológico y es quien lo prescribe según el dolor y su intensidad: leve, moderado o intenso. También, es importante tomar en cuenta varios aspectos que a menudo son de cuidados:
Para el control del dolor se pueden utilizar
Antidepresivos, anestésicos tópicos y Neuromoduladores: útiles en dolores neuropáticos, es decir, cuando un nervio está afectado y genera dolor.
Hay pacientes con cáncer que presentan muchos efectos secundarios a los medicamentos, lo que provoca dolor en ciertas partes del cuerpo que generan la necesidad de incorporar otras técnicas y terapias para manejar los síntomas. Es el médico quien recomienda y prescribe las mejores opciones según el paciente. De estos, se pueden destacar los siguientes:
Terapias integradoras: se consideran todas las terapias alternativas o que complementan el tratamiento dado al paciente con cáncer, entre ellas la acupuntura, grupos de apoyo y la hipnosis.
Puedes confiar en que tu médico brindará toda la información que necesaria para el diagnóstico, tratamiento y recuperación. Pregunta, no te quedes con la duda.